Los empleados deben adquirir conocimientos que le involucren la cultura de orientación al cliente
Formar a las personas en contacto directo con cliente es imprescindible, dicha formación debe centrar, de manera fundamental, en dos aspectos básicos: comunicación efectiva que suene real, honesta y sincera y en concienciar al empleado de la importancia de los momentos de la verdad.
El permitir a los empleados adquirir las capacidades fundamentales para interiorizar la cultura de orientación al cliente es un pequeña inversión que se traduce en la rentabilidad de la organización a la largo plazo.
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