• (En Mercadona denominan El jefe al cliente. Esto, en si mismo, ya es una táctica de marketing interno).
• El jefe es exigente, siempre quiere los mejores precios servicios y productos
• El jefe es insaciable, nunca tiene bastante y siempre quiere más.
• El jefe es tímido, quiere que le adivines el pensamiento. Muy pocas veces habla para quejarse, ni te dice la verdad al preguntarle.
• El jefe es vengativo. Si se ve perjudicado, su timidez desaparece y se queja abiertamente, a todos, menos a nosotros.
• El jefe es egoísta, sólo le importa él mismo, no tiene ningún interés por nuestros problemas.
• El jefe es despiadado, si no le satisfacemos esta dispuesto a ignorarnos y no volver.
• El jefe es intruso: se quiere meter en todos los departamentos de la empresa y quiere ¡dirigirla él!.
• El jefe es ¡nuestro jefe!, pues nos amenaza con el poder de vivir o morir económicamente.
Debemos amar a este monstruo, pues tiene el poder de la vida y la muerte de Mercadona. Sin idolotrarlo y sin servilismo.
El credo de Mercadona que explica su éxito
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