Nuestro objetivo como empresa es ofrecer un servicio a los clientes que no sólo sea el mejor, sino que llegue a ser legendario.
Legendario puede ser grandioso, pero usted necesitará una meta siempre creciente, y no algo que pueda ser alcanzado.
Tú eres el cliente
Cuando el cliente está disgustado, el personal de servicio debe ponerse en el lugar del cliente y sentir la infelicidad que él siente. El personal de servicio tiene permiso para hacer lo que sea necesario para lograr que el cliente se siente bien, aunque sea en contra -aparentemente- de los intereses de la empresa.
No existe eso que llaman dedicarle mucho tiempo a un cliente
Nuestros negocios viven, respiran y mueren en función de una simple actividad: nivel de repetición de las transacciones.
El teléfono es más poderoso que el lápiz
Cuando los clientes tienen dudas o preocupaciones, les llamamos. Llamando acortamos el tiempo que transcurre entre la aparición del problema y su solución y eliminamos papeleo innecesario.
Un trabajo no ha terminado hasta que no está verificado
Si no repetimos el trabajo, aunque se considere una redundancia, los clientes encontrarán nuestros errores cuando ellos verifiquen nuestro trabajo … y es muy posible que no nos lo perdonen.
Hazlo todo y hazlo tú mismo
Siempre que sea posible, un empleado debe dar seguimiento a todo el proceso del servicio al cliente.
Seis mensajes clave a los empleados (no es magia, es buena gestión)
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